viernes, 5 de diciembre de 2014

Sir Gregory y el escudero Martin

           El caballero sir Gregory, oriundo de Enor, siempre ha lucido un buen porte viajando por los seis reinos desde su juventud. Empujado por los horrores de la guerra, con apenas doce años, sus padres murieron dejándole como única herencia un título nobiliario. Adoptado por su tío abuelo Helmut pasó largas horas entre libros aprendiendo historia y geografía.

           Al cumplir los dieciséis años, su tío abuelo Helmut murió a causa de su avanzada edad; cuando el tío de Gregory heredó, lo puso a entrenar duramente con la espada. Consideraba que todo hombre que se precie debe saber empuñar una, así que a sus veinte años Gregory era diestro con todo tipo de armas. Mas, cansado de convivir con un tío que se divertía mofándose de él, un día ensilló su caballo y partió en busca de fortuna en una Enor destrozada por la guerra. Duras batallas se acumularon durante esos años de viaje y él mismo participó en una de las más cruentas, defendiendo un templo de Wee Jas, de la que fue el único superviviente. Esta experiencia lo llevó a iniciarse en el uso de la magia y aprender sobre su teoría.

           Hacía sus veinticinco años, y ya con algo de dinero en el bolsillo, conoció a un huérfano llamado Martin, quien había sobrevivido siendo apenas un niño hasta los once años. Así que lo acogió como su escudero transmitiéndole todo cuanto sabía sobre el acero y la magia.


           Cuando Martin cumplió los dieciséis años, ensillaron sus caballos y volvieron a los caminos de Enor. Algunos meses después llegó a sus oídos la formación de una nueva orden de caballería liderada por una mujer, de la que se decía que había dado muerte a un dragón. Sin más preámbulos cabalgaron hasta la fortaleza y presentaron sus aceros para servir en la recién formada orden en su búsqueda de antiguos artefactos mágicos.

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