lunes, 5 de enero de 2015

Lady Erika señora de Azlan, la Leona Azul

            Erika fue criada en una familia de tradición militar de Enor; ya de pequeña se familiarizó con las armas y armaduras. Con dieciséis años entró a formar parte de la guarnición de la fortaleza de Azlan. Para ese momento estalló la guerra contra la Sombra Roja y la fortaleza de Azlan se vio asediada por largas e innumerables huestes tratando de tomarla; como buena fortaleza Enoriana sus muros soportaron los envites de los semi-dragones rojos.

            El desgaste del asedio fue acabando con la línea de mando mientras Erika hacía méritos entre las almenas de Azlan. Esto la llevó a una carrera meteórica en la que acabó liderando a las fuerzas que reciamente no daban su brazo a torcer.

            Durante este tiempo, en el que desesperadamente aprendió algo de magia del libro de un mago que había perdido la vida durante el asedio y vendió cara la fortaleza, le supusieron el sobrenombre de la Leona de Azlan. Pero se enfrentaban a un enemigo muy superior y, pese a toda la sangre derramada las huestes de semi-dragones, estos engulleron la fortaleza de Azlan como un golpe de marea que acaba por sobrepasar un dique.

            Los siguientes años se convirtieron en el martirio de los supervivientes, cebándose especialmente en las mujeres que eran sometidas a terribles rituales mágicos destinados a dejarlas encinta para crear una nueva generación de semi-dragones. Las que engendraban a las criaturas morían de forma horrible. Erika fue llevada a aquellos rituales en más de una ocasión, pero por alguna clase de milagro —ella lo achaca a la protección de Wee-Jas— nunca surtieron efecto sobre ella, salvo el volver su pelo de color azul —de ahí su sobre nombre—.

            Tras casi diez años de confinamiento, ella y el resto de prisioneros lograron escapar de las celdas al resguardo de la noche. Amotinados, dieron muerte a los semi-dragones que los confinaban y, por último, al dragón rojo que había hecho de Azlan su hogar.


            Como recompensa, Enor concedió títulos y propiedades a los cabecillas de aquella revuelta. En el caso de Erika, el título de Lady y la propia fortaleza de Azlan, lugar donde fundó la orden de caballería del mismo nombre. Los caballeros Azlan son la forma que tiene Lady Erika de agradecer la protección de Wee-Jas cuando más la necesitaba.

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