lunes, 24 de noviembre de 2008

La herencia perdida IV

Bueno, continuo con algo mas de la vida de Grimor. Por otra parte, voy a comenzar a ir incluyendo imágenes según lo crea apropiado, me parece que le dará mas vida al blog, evidentemente se admiten colaboraciones en el tema. Recordad que podéis votar y comentar libremente, las criticas constructivas son siempre bienvenidas.

Día 3

Tras desperezarse y encontrarse plenamente descansado, salió al pasillo del piso de arriba en búsqueda de su anfitrión, éste había salido a solventar unos asuntos, dijo su mayordomo, pero que podía hacer uso de la casa con libertad mientras no hurgase en sus artificios mágicos. Aun así prefirió salir a recorrer la ciudad a ver lo que acontecía, si un golpe de fortuna lo conducía a encontrar a alguien útil en su cruzada, no sería entre esas cuatro paredes. Llevando únicamente su vieja daga salió a conocer lo que Neitbodk tenía que ofrecerle… aunque fuese un agradable paseo bajo un día tan soleado. Dejó a sus pies guiar su camino hasta las barriadas que no conocía, donde como mínimo esperaba encontrar a otras clases sociales. Respecto a los asaltantes o maleantes, siempre había tenido unos grandes dotes sociales para esas situaciones, al menos sabía como hacerse respetar, aunque la idea de ir provocando resultaba tentadora, no era el momento de meterse en líos.

Según se iba acercando a las barriadas exteriores, el brillante esplendor de la fortaleza se veía ensombrecida por calles mal pavimentadas y casas de dudosa calidad. Aun así, la cosa no era lo suficientemente deprimente como para que Grimor diese la vuelta, haría falta algo más que eso para amedrentarlo, y éste no era el lugar donde podría esconderse un dragón rojo… no al menos uno que se precie así mismo. Llevaban un buen rato siguiéndolo de una manera bastante torpe, así que ése no era el tipo de persona que necesitaría para que explorase el terreno, pero alguien que supiera poner trampas sí sería útil… aunque se olía que el que lo seguía no era su hombre, se giró para encararse con el individuo.
-He vizto a rinocerontez en una cristalería máz zilenciozoz. De hecho, yo zé zer máz zilenciozo.
El hombre, con cara de no estar tomándoselo bien, se acercó.
-Y yo a semiorcos con más futuro.
-¿Tú y cuántoz máz?
-Los otros seis que no has visto, en realidad es una encerrona…
Antes de que pudiera terminar la frase, la enorme mano de Grimor lo alzaba por las solapas.
-Mira, robar eztá mal y no me guzta verlo, pero menoz me guzta que me intenten robar. Azí que cierra eza bocaza, o tendraz que recoger tuz dientez por toda la ciudad.
Tras esto lo soltó mientras lo dejaba blasfemando sobre terribles venganzas, lo cierto es que sus seis amigos, no intervinieron… de hecho no existieron.
Finalmente entró en una de las tabernas. Allí se encontraba la semielfa de la noche anterior soportando a un par de borrachos con estoicismo, mientras intentaba sacar algo de dinero. Grimor caminó hasta la mesa de los hombre y puso sus manos sobre los hombros de ellos e inclinó la cabeza hasta estar a la altura de sus oídos.
-Zi oz callaíz, dizfrutaréiz de la múzika, zi no, de la percusión. Dejó caer con toda la sutilidad de un orco. Uno de ellos se levantó para enfrentarse a él, pero cuando se encontró frente al pecho de Grimor y miró hacia arriba para ver su cara, sólo pudo añadir:
- ¡Qué sabias palabras!
Tras lo cual guardó un respetuoso silencio.

Cuando la artista hubo terminado, se acercó a Grimor, con cara sonriente como si lo hubiera reconocido.
-Gracias por generarme fans “tan” respetuosos, juraría que te he visto la noche anterior.
Grimor puso cara de resignación mientras asentía y trazaba un arco con las manos.
-Zi no ez moleztia, no me dejaban ezcuchar, lo haría por cualkiera. Aunque zupongo que tú eztaráz habituada a que ezto zea por agradarte.
Ella sonrió cándidamente.
-Eso no me responde a mi pregunta, de hecho suena a excusa para que no pregunte por qué lo hiciste. -para mirarlo de manera picarona finalmente.
-Zí, ayer te vi actuar. No era para exkuzarme, zólo que te malinterpreté…
-La verdad esperaba que te sonrojaras o algo así… un ligero titubeo o algo, sino ¿qué haces aquí?
-Mera coincidencia.
-Te sonará arrogante, pero me parece que no.
-Buzkaba a alguien que me ayudaze en una cruzada perzonal, claro ez que, no era a ti exactamente a quien buzcaba, zólo fue coincidencia… aun azí ¿zabez por qué mi amigo zalió corriendo ayer de la taberna donde te vimoz actuar?
-Comprendo, no sé por qué se fue. Es atractivo, aunque claro, no tiene tu virilidad animal.- dejando salir un ronroneo al final.
-Uzzzz te diré, zi lo que pretendez ez zeducirme para zacarme dinero, que vaz mal encaminada, zoy máz pobre que tú.
La mujer frunció el ceño.
-No soy una fulana y, bueno, si piensas eso de toda mujer que tenga un detalle contigo debes de tener una vida muy aburrida.
Grimor se acercó a la semielfa.
-Para no serlo debes de tener más relaciones que una coneja en celo… aun azí, zeguro que me puedez ayudar a encontrar lo que buzco.
-Piérdete, no pienso ayudar a semejante tarugo.- espetó mientras se giró para darle la espalda e irse. La enorme mano de Grimor se poso en su hombro.
-Zé que la verdad duele, pero aun azí necezitaré alguien con tuz… contactoz.
-Suéltame, sólo quise agradarte, no soy una mala puta, ni una zorra.
-Ziento que te molezte, pero zigo necezitando alguien que tenga contactoz.
-Discúlpate, consigue cincuenta piezas de oro y la manera de que no tenga que ir de taberna en taberna cantando siempre las mismas canciones.
-Zuena, máz caro de lo que penzaba, pero bueno, necezitaré alguien que conozca magia curativa, como un clérigo. Zerá una aventura dura y zin magia divina que noz apoye, la coza zerá máz complicada. ¿Puedez?
-Sí. Pero no lo haré a menos que te disculpes.- dijo dándose la vuelta.
Grimor suspiró, la miró a los ojos y cruzando los dedos dijo:
-Ziento que te ofendieran mis palabras.
-OK, me sirve. Dame unas horas y tendré el clérigo que me pides.
Tras esto, fijaron un punto de encuentro y se separaron. Grimor decidió que ya había visto bastante de lo depresivo de los barrios bajos y caminó hasta una de las plazas de la ciudad en la que se alzaba una majestuosa estatua de un héroe local y en la escalinata de su base se sentó a observar a las gentes de la ciudad mientras el calorcito del sol lo amodorraba allí un rato.

Cuando dio la hora acordada se encaminó al punto de encuentro, allí lo esperaban la semielfa y un hombre vestido con ropas de un clérigo de la diosa de la fortuna. Los saludó con brusquedad dejando ver claramente su descontento por el culto al que pertenecía su nuevo compañero.
-Bien, ezte ez el clérigo que me prometiste… ¿cómo de experimentado ez?
-Probablemente más que tú. ¿Mi dinero?
-Pzzzz, ezpera ¿Cómo de libre estás para las aventuras? ¿Cuán eres de experimentado?
-Tengo una total libertad para ellas, pues a mi diosa le encantan ese tipo de gestas. Y he sobrevivido a un buen número de batallas.
-OK, puez loz doz vendréis conmigo a recuperar el eztandarte de mi clan. El Bloodfits.
-Sí, sí. Pero el dinero…- dijo la semielfa hasta que percibió el cambio en el semblante del clérigo.
-Eso que decís, es como reanimar un viejo dragón, su antiguo líder murió. Y sin descendencia.
-Uno de zuz hermanoz era mi antepazado.
-Aun así, se dividió en varias tribus.
-Puez, las juntaré todaz… mira tú qué problema. Zoy Grimor Bloodfits, el único heredero digno.
-Sebastián Pradel, y mi compañera es Eleina de los reinos del saber.

El clérigo escuchó toda la historia del nuevo líder de grupo y aceptó diciendo: “La suerte sonríe a los osados, y si a mi señora le gustan osados, yo seré el que más”. Tras esto y una larga sobremesa al juntarse los cuatro aventureros emplearon la noche para hacer inventario de lo que necesitarían, qué rutas tomarían y otro puñado más de cosas que debían preparar. Al´elthanor Berind´duem Ortheim esperó a que los otros dos se retirasen a descansar para comunicar su desacuerdo con el ingreso en el grupo Eleina, aunque se negó a explicar el porqué.



I see U in battle

10 comentarios:

  1. mucho metal veo por aki!

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  2. Umm, si me gusta el metal, pero, pese a que influya en los que escribo, como lo hace todo. Creo que lo mantengo en cierto modo al margen en este blog.

    ¿Puedo saber quien eres?

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  3. Este fragmento me ha gustado casi tanto como el anterior. En cualquier caso, creo que esperaré un poco más para votar.

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  4. EY!, no lo habia leido hasta hoy. (Es largo y no tuve tiempo para leerlo de vez). Mola. Deberia habersela follado, le hubiera salido más barata la información...siempre y cuando sobreviviera al polvazo!. xDD

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  5. Lanselor, solo intentaba seducirlo para sacarle pasta, ademas, si leíste el anterior te darás cuenta de que hay algo en esa tía que perturba a su amigo, así que no creo que Grimor no considera que sea una gran idea. Algo que doy por obvio.

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  6. Si, lei la anterior. Y sé que perturba a su amigo. Sin embargo era más un comentario por "que se la follee!!" que pretendiendo indagar en la trama.

    Aún asi, me resulta perturbador que si molesta a su amigo, la acepte en su grupo.

    xdD

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  7. gracias por el comntario de la vampiresa secretaria XDDD, por cierto mola lo que escribes, cuidate!

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  8. Muchísimas gracias, hice lo mismo!
    Mucho tiempo me va a llevar leerte xD
    Mañana con calma, comienzo.
    Un abrazo!

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  9. Jajajjajaj
    si frikezas tengo por un tubo jajajj

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  10. Contestando a lo que dijite en el post de Ukio. La gente pide respuestas de "critica productiva"
    pero cuando se hace Jode.

    Además, de que, salvo alguno, nadie es un escritor consilidado ni profesional. Ni tampoco catedraticos de la lengua. Decir "me gusta" o "no me gusta" es todo lo que podemos realmente.

    Claro, que usando google y un diccionario podriamos hacer un critica completa sobre las expresiones usadas, la calidad de tu gramatica y demás. Pero eso es una puta mierda.

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