viernes, 26 de diciembre de 2014

Daiki, el Caminante del Ocaso

          Daiki es un hombre de más de 90 años que sigue rebosando energía; años de aventuras y luchas no han logrado hacer mella en su carácter.

          En su juventud sirvió a un noble, pero la familia de este tuvo un trágico final. Daiki guardó el sepulcro de su señor junto con otros samurais fieles. Los meses se sucedieron y aparecieron los guardias de los huesos.

          La batalla fue encarnizada. Al verse sorprendidos, los samurais lucharon sin sus armaduras; muchos perdieron la vida y el resto el honor al ser derrotados fallando a su juramento.

          Sin señor ni honor Daiki, junto a los supervivientes, se pertrecharon para marchar tras los guardias de los huesos. Atravesaron el portal y se adentraron para siempre en las calles de Orig'Nak.

          Los años han pasado y Daiki es el último de ellos. Ha luchado contra los horrores que los guardias de los huesos sembraron por la ciudad ya antes de la llegada de los misioneros de Pelor. Su destreza con el sable y su origen le han granjeado el sobrenombre del Caminante del Ocaso.

          Siendo un sablista de leyenda y con una gran cantidad de tesoros acumulados durante su larga vida se retiró a una pequeña tienda cediendo así el relevo a los misioneros de Pelor.

          Tras la aparición de los aventureros del Gremio Daiki ha trasladado su tienda a la sede de estos; espera reunir una buena suma de dinero con la que contratar y equipar a algunos mercenarios para acudir en ayuda de su tierra natal y así poder descansar sus últimos días allí.


          Quizás tanto tiempo fuera de su hogar hace que tema regresar a un lugar en el que ya no encaja o simplemente busca a un heredero digno de su espada al que pueda adoptar, para que el formidable sable —katana en realidad— siga bebiendo la sangre de los malvados.

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