viernes, 16 de enero de 2009

La herencia perdida V

Sigo retomando sagas inacabadas. No os cortéis a la hora de comentar.

Día 4

La noche anterior a Grimor le había costado dormir pensando el porqué de la actitud de su amigo, así que se despertó somnoliento. Recorrió el pasillo bostezando y entró de un portazo en el estudio de su anfitrión, el cual tenía cara de no haber dormido en toda la noche, terminó de bostezar y se frotó los ojos mientras paladeaba el bostezo.
-Nezezito dormir…
El elfo sonrió mientras asentía con la cabeza.
-Tienes cara de ello, pero incluso yo echaría una cabezada. No he pegado ojo en toda la noche. No sé si podré darlo todo en caso de necesidad, creo que habría que buscar otro grupo.
-Umm, ezo estaría muy bien zi no fuera una cobardía. Azí que dime, ¿por qué no la kierez en el grupo?
-Es la hija, de una antigua amada… me abandonó por un humano, la canción que cantaba el otro día su hija, la compuso para que tuviera un recuerdo de ella. Luego en cuestión de días, olvidó veinte años de relación. Sé que para un elfo es poco, pero yo era joven… luego supe que se había quedado embarazada. El hombre desapareció dejándola sin nada y yo no pude evitar ir corriendo a ayudarla. Ella rechazó toda ayuda, así que crió a su hija como mejor pudo y hace unos meses murió a manos de otro hombre del que se había enamorado. Redoblé mis estudios de magia para poder traerla a la vida de nuevo pero parece que eso escapa de la magia arcana. Y pese que ahora tengo el dinero suficiente como para pagar una resurrección en un templo, los clérigos dicen que su alma se niega a volver, o está atrapada. Así que estudio hechizos con los que ponerme en comunión con ella para disuadirla de que vuelva… pero hasta ahora han fallado todos. Mi última conclusión es que su alma ha sido encerrada en algún lugar.
-Zi ezo ez cierto, yo te ayudaré a rezcatarla.
-¿Cómo? Estoy harto de esta causa perdida. Desde una temporada a esta parte, mi brillante carrera como maestro de magia ha hecho agua, bebo tanto o más que un enano y ahora tengo a su hija en mi casa… la cual es la viva imagen de su madre y además ayer intentó seducirme. No puedo decirle la verdad… no me creería… y no soy quien para tratarla como un padre.
-Bueno, debez de zer la perzona que máz ze preocupa por ella, y lo máz cercano a un padre. Y yo creo que zí podrás decirle la verdad.
-¿Cómo le dices a alguien que estás tan enamorado de su madre, que pese a que no parece querer renacer, tú no has cesado de intentarlo? ¿Cómo lo haces, sin que te odie por mancillar a su madre? ¿Le cuento que su madre llegó al punto de odiarme por querer ayudarla y aconsejarla? No fui prudente cuando se largó, pero le dije todo lo que sabía, tejí poderosos hechizos de protección sobre ella… escudriñé al hombre que la abandonó y supe que pasaría eso. Pero no me creyó… aun así, no fui tras él para hacerle pagar por tal villanía.
-Hum, olvídala, deja que dezcanze en lo que la vida le deparó. Además, ziempre puedez combertirte en el padre que nunca tuvo.
-No cesaré mi empeño hasta saber si está bien su alma ¡NO PUEDO!- tras esto cerró de golpe el libro que sostenía en la mano, caminó hasta las cuerdas que controlaban los pesados cortinajes de su claraboya y dejó que la luz del amanecer entrara por ella.
-Zi zu alma eztá atrapada, la liberaremoz. Pero no puedez permitir que ello te conzuma. Zi lo haces, habrás malgaztado tu vida. Vamoz, zon muchoz ziglos llorando, eso te matará. Piensa en todo lo bueno que pierdez. Zé fuerte, puedez dejarte amilanar y lloriquear como loz perdedorez que no llegan a nada o puedez plantarle cara a la vida, ezcupirle a la cara, gritar que erez máz fuerte que todo ezo, resarcirte y dar un paso adelante.
-Lo intenté, pero no pude solo. Siempre llevé una vida de estudio y retiro.
-Humm, coge, dile la verdad a eza semielfa, luego confirma donde ezta el alma de tu amada y haz lo que zea oportuno.
-Soy inteligente, y siempre me sentí orgulloso de mi capacidad para dar mil vueltas a algo hasta sacarle todo el jugo posible. Ahora se vuelve contra mí…
-Zé a qué te refierez, no zoy tonto, aunque me guzta zer inocente. Pero la vida no me deja serlo, azí que me cuenta cozaz que me llevan a penzar y penzar. Aun azí, cojo y me obligo a zeguir adelante, con la ezperanza de algún día poder zer plenamente feliz. Tener el poder, dinero… ezo no me zervirá de nada zin amigoz. Nunca me llegué a enamorar de verdad, pero lo he vizto un millar de vecez.
-Está bien, dame tres días. Habré concluido mis exploraciones mágicas en busca de su alma. Si está en el plano de su dios empezaré a olvidarla, si está en éste… desataré la mayor de las iras sobre el que semejante acto de villanía cometió.
Grimor aceptó de mala gana y volvió a su cama a dormir hasta prácticamente la noche. Se levantó lleno de energía dispuesto a comerse lo que le arrojara la ciudad, devoró la cena y arrastró con él a la semielfa y al clérigo, dando la tranquilidad que necesitaba el mago para llevar acabo sus adivinaciones.

El grupo caminó hasta una taberna bastante mediocre, allí bebieron y bebieron, Grimor participó en varios juegos de beber donde ganó por goleada haciéndole perder el control y la memoria. También nombrándolo como el mejor bebedor del barrio… como mínimo.


I see U in Battle

1 comentario:

  1. non sei como cona eres capaz de dicir as cousas nunha misma frase de tantas maneiras diferentes xDDD

    todo fisno dicindo "perdio la memoria..." e lojo "el k mas bebe como minimo)

    a min ese tipo de cousas solo me salen cando estou dando un discurso falado sobre batallitas contadas de forma epica cun toque de delirio de borracha xD

    en fin, todo esto era para decirche k me justou, pero pa deixarche aljo k poña "moi bueno, sije asi" paso kilos e kilos xD

    bikos

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